Día 3 de febrero La víspera de San Blas los quintos de Ahigal, con música de gaita y tamboril, pasean el macho engalanado, por todo el pueblo. Tras la noche de ronda, los mozos ocupan un lugar preferente en los actos religiosos y sacan al santo en procesión. Es obligado que sobre sus hombros luzcan un pañuelo bordado por la novia (en la actualidad el pañuelo, lo borda, la madre, la madrina, la hermana, si el mozo no tiene novia) Seguidamente, a las afueras del casco urbano, corren los gallos sobre caballos o jumentos. Las aves, que suelen se regalo de los padrinos y que han sido criadas para este fin, se cuelgan por las patas de una cuerda y son matadas a mandobles por los jinetes que corren bajo ellas. Cuando los animales han pasado a mejor vida, los quintos se reparten por todo el pueblo para pedir el chorizo por las casas de parientes y conocidos. Los embutidos van enristrándose en un bastón que hace las veces de percha. Más tarde tienen su corrobla a base de carne y otras delicias. (antiguamente la carne que se comían era la del macho que se había engalanado el día anterior)