Patrimonio

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Pozo del Cinojal

Posiblemente de origen romano. Los árabes dejaron su huella en él. La inscripción morisca que hay en la cantería en que apoya el arco que parcialmente cubre el pozo, de que lo reedificaran o, al menos les sirvió y lo dejaron como punto de referencia.

Esta inscripción es una lápida topográfica en la que los signos señalan un lugar bien determinado, donde se halla escondido algo (¿un tesoro?) que los signos no dicen lo que es. Su estudio nos señala la fecha 852 de la Hégira o Era Musulmana (1465 de nuestra era real) y el objeto o lo que fuera que se escondió en el pozo. Pero para que quedara bien claro el lugar del escondite los signos indican que sobre aquel lugar había un arco de piedra, a los pocos pasos de él corre un arroyo que después de pasar por entre unos huertos desemboca en otro arroyo más grande que está cerca.

La última restauración se hizo en el siglo XIX